| Summary: | La obligación de pago por parte del Estado requiere de actos eminentemente formales que constituyen garantías solemnes, no solo de los intereses públicos, sino también de los acreedores. Esos actos son el reconocimiento y la liquidación de la obligación. El primero es el acto administrativo mediante el cual la Hacienda Pública acepta formalmente el crédito a su cargo; la liquidación, que se practica en forma conjunta con el reconocimiento, es el conjunto de operaciones administrativas, apoyadas en documentos probatorios suficientes, para reconocer el gasto efectuado, su legalidad y la exigibilidad del crédito contra el Estado, permitiendo con ello que sea extendido el correspondiente libramiento de pago. También podemos definir el reconocimiento de la obligación de pago como el acto administrativo que emite la autoridad competente otorgándole carácter definitivo al compromiso preventivo oportunamente asumido. La operación pasa de ser un acto preparatorio o de reserva de crédito, a un acto administrativo que tiene incidencia jurídica.
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