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|a La emergencia sanitaria mundial causada por la COVID-19 obligó a los sistemas educativos a utilizar un modelo pedagógico en el cual el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolla íntegramente en entornos virtuales. Por consiguiente, las plataformas virtuales comenzaron a utilizarse masivamente como única vía posible para conseguir la cohesión entre las instituciones educativas, el alumnado y sus familias.Este hecho ha generado la implantación de una enseñanza a distancia y la utilización de metodologías online innovadoras. Ahora conceptos como entornos virtuales de aprendizaje (EVA), e-learning, m-learning, b-learning o tecnologías de la información y comunicación (TIC), entre otros, han cobrado gran relevancia en el ámbito educativo. Para muchos docentes ha supuesto una puesta al día contrarreloj, dado que han necesitado adquirir, en poco tiempo, las habilidades y las competencias necesarias para lograr un uso efectivo de las TIC y de nuevas metodologías educativas.De esta manera, se ha conseguido continuar con un curso escolar especialmente complejo y sin precedentes, donde la tecnología ha sido la gran protagonista. Aunque, por otra parte, la pandemia ha evidenciado la necesidad de paliar la brecha digital, puesto que ha excluido, durante los meses de confinamiento estricto, a millones de estudiantes de todo el mundo de su derecho a la educación, ya fuera por falta de conexión a internet o por falta de habilidades o de los dispositivos tecnológicos necesarios.Se ha cumplido, una vez más, el principio que afirma que de las crisis se puede salir fortalecido y, gracias a ellas, encontrar soluciones creativas a los problemas planteados.
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